El BCE no ha sorprendido al mercado y ha decidido mantener el precio del dinero en el 1% actual. Una decisión que ya estaba descontada por la mayor parte de los expertos. Eso sí, ahora queda ver si el presidente de la institución, Jean Claude Trichet, da algun detalle sobre el programa de compra de bonos garantizados o adopta nuevas medidas para combatir la actual crisis financiera.
Desde octubre de 2008 y en un contexto de creciente debilidad económica y moderación de la inflación, el BCE ha adoptado sucesivos recortes de las tasas rectoras, que han pasado del 4,25% al 1%. Los expertos de momento descartan nuevas rebajas a la vista de las últimas previsiones de crecimiento económico e inflación para el área de la moneda única. Sin embargo,
Daniel Aymerich, gestor de fondos de Inversis sería "algo positivo que bajara los tipos de cara a la recuperación de la economía”. Por el contrario, Aymerich reconoce que “la FED ha sido mucho más flexible que el BCE, que es mucho más rígido en este sentido”.
Respecto a los precios, a pesar de que la inflación interanual en los países del euro registró en junio su primera caída desde que en 1997 comenzó la serie histórica (-0,1%, según el primer cálculo de Eurostat), el BCE insiste en que a medio y largo plazo se mantienen las expectativas de estabilidad de precios -lo que define como una tasa de inflación cercana pero siempre por debajo del 2%-.
En cuanto al proyecto para adquirir cédulas, el BCE prevé destinar a este objetivo un máximo de 60.000 millones de euros, a partir de este mes y hasta final de 2010. La idea del organismo es comprar los bonos en los mercados primario y secundario, pero todavía no ha precisado cómo se repartirá el dinero, aunque sí que se limitará a títulos de máxima calidad con vencimiento entre tres y diez años.