De acuerdo con el Banco de Inglaterra, la inflación descenderá por debajo del 2 por ciento y "es probable" que se mantenga a corto plazo en un nivel bajo.
El banco, que pone de manifiesto el alcance de la recesión por la que atraviesa el Reino Unido, cree que llevará más tiempo de lo estimado conseguir la normalidad en la concesión de créditos, muy restringidos actualmente por las entidades bancarias.
King advirtió de que los problemas del sistema bancario y la debilidad de la demanda global pueden frenar la economía, si bien factores como la debilidad de la libra, los planes del Gobierno de gasto público, la reducción de los tipos de interés y la inyección de dinero en circulación pueden darle un impulso.
La economía del Reino Unido descendió un 1,5 por ciento en el primer trimestre del 2009.