El Banco de España eliminará siete de sus veintidós sucursales, reduciendo en una tercera parte su organización territorial en las comunidades autónomas.
Además de Ceuta y Melilla, cuatro comunidades se quedan sin presencia del
Banco de España: Navarra, Cantabria, Castilla-La Mancha y La Rioja.
Según informa Europa Press, la reducción de la red del supervisor bancario no se limitan al cierre de sucursales, sino que
también ha llegado a la sede central del Banco de España en Madrid, donde se ha comenzado la subcontratación de parte del tratamiento de efectivo como modelo piloto para aplicar lo mismo en sucursales.
El Banco estaría, de este modo, vaciando de contenido a las sucursales para, según fuentes sindicales, intentar llegar a un punto en el que no sean necesarias y poder cerrarlas todas, prescindiendo también de su personal laboral.