Impacto en la sociedad de consumo...
El abaratamiento del dinero supone “una de cal y otra de arena” para Venezuela. El impacto social será más que evidente. Este país cuenta con una escasez de bienes básicos como café, leche o repuesto de vehículos entre otros, una situación que se podrá ver afectada con el nuevo modelo cambiario que limitará las importaciones tanto para alimentos básicos como medicinas u otros productos no esenciales.
Pero la devaluación del bolívar pretende dar mayor competitividad a los sectores tanto industrial como agrícola, golpeados duramente por el aumento de los costos de los bienes importados y hará más económicas las exportaciones del país. “Las exportaciones de petróleo se verán beneficiadas”, reconoce Alberto Castillo, analista de Capital Bolsa. Y es que, como asegura este experto, Venezuela tiene un gran poder de venta de petróleo, por lo que se espera que la producción se dispare. El petróleo financia cerca del 50% de los ingresos fiscales, pero entre finales del 2008 y el primer semestre del año pasado se redujo casi a la mitad debido a la caída de los precios internacionales del crudo y la disminución de la producción en el 2009. Venezuela además mantiene una fuerte dependencia del petróleo que genera 94 de cada 100 dólares que ingresan al país por exportaciones. Es por ello que, mientras Venezuela reciba más bolívares por cada dólar de los ingresos por petróleo, habrá más fondos disponibles para pagar deuda y otras obligaciones. Por ello, la devaluación ayudará al presidente Hugo Chávez a cubrir presupuestos y otras obligaciones de gasto durante este año.
Y revés para los intereses españoles
Si Latinoamérica supone una de las mayores oportunidades de inversión para las compañías españolas, Venezuela ha supuesto un dolor de cabeza para Telefónica, la principal empresa afectada por la devaluación del dólar. Y es que según señala Morgan Stanley, Venezuela supone el 10% del Ebitda de la compañía presidida por César Alierta, el 10% del flujo de caja libre y el 16% del beneficio neto entre 2010 y 2012. No obstante, las previsiones de ahora en adelante no son nada halagüeñas. Desde Morgan Stanley prevén que los ingresos por operaciones financieras caigan un 47% en los próximos tres años del mismo modo que el beneficio neto de Telefónica Venezuela se reduzca en un 47% en 2010, un 52% en 2011 y un 56% en 2012.
Pero si hay alguna compañía que puede capear algo el “temporal venezolano” es Iberdrola. Miguel Ángel Bernal, profesor de Fundación de Estudios Financieros, reconoce que a Iberdrola “le ocurre lo mismo que a Repsol YPF pues en ambos casos, sus ingresos son en dólares y en el caso concreto de Iberdrola ya había cerrado previamente sus contratos en la divisa norteamericana, por lo que podemos esperar que no se vea tan afectada como Telefónica que sí cobra en la moneda local, el bolívar”. No obstante, no hay que olvidar que se cobre en dólares o en bolívares, estas compañías operan en un país “no estable” debido a los problemas políticos que tiene.
¿Es posible una nueva devaluación de divisas en Latinoamérica?
Venezuela no será la excepción y la depreciación de otra divisa en el continente latinoamericano puede anunciarse pronto. Así lo advierten los expertos quienes recuerdan que, sobre todo, “puede darse esta práctica en aquellos países con estrechas relaciones con Venezuela como Bolivia ó Ecuador”. En este sentido, Bernal hace una clara diferenciación entre dos grupos: los países más estables con Brasil a la cabeza, seguido de Chile, Perú o Uruguay, donde no se darán cambios en las divisas frente al grupo de países más inestables como Venezuela, Ecuador o Argentina, donde sí podría existir el riesgo de una nueva devaluación de la divisa.