En este sentido, el ministro de Trabajo justificó que "en estos tres o cuatro años, la economía en crecimiento tendrá que convivir con una situación compleja de tasa de paro probablemente alta".
Otro de los retos a los que se enfrentará la economía española será el elevado déficit público, que ya alcanza el 11,4% del PIB. En este punto, Corbacho justificó que cuando un Gobierno se ve obligado en un plazo de dos años a "acudir al auxilio formal más que real del sector financiero", a "estimular la economía" y, en último término, a activar políticas de protección social, "igual que pasa en una familia, acaba con una riqueza menor que antes de la crisis y con un gasto importante". "Por eso es razonable que las cuentas públicas estén peor que hace dos años", apostilló.
En cuanto a cómo habrá de salir de la crisis la economía española, Corbacho se refirió a la reforma laboral y se mostró firme: "¿Alguien cree de verdad que por el hecho de que bajemos la indemnización por despido en cinco o seis días los empresarios van a contratar a más gente?".
Sin embargo, reconoció que "es evidente que el mercado laboral se tiene que adaptar" y priorizó la búsqueda de una mayor "flexibilidad interna" en el seno de las empresas. "Esas son las reformas que hay que hacer", aseveró.
Por último, indicó que en paralelo a la recuperación de la crisis debe acometerse un cambio de modelo productivo que cuente con el sector de la construcción. Al respecto, aseguró que "todos tienen la culpa de la 'burbuja' inmobiliaria" y que "no se salva ni el apuntador", pero instó a "no criminalizar" al sector, ya que tendrá que "resituarse" para "jugar un papel importante en el futuro" de la economía española