El presidente y consejero delegado de Chrysler, Robert Nardelli, se mostró hoy satisfecho por la decisión del juez, que permitirá lanzar al nuevo grupo, dijo, "como una nueva compañía vibrante formada con Fiat". La empresa dijo que las operaciones de Chrysler en México, Canadá y otros países serán adquiridas por el Grupo Chrysler.
El proceso de salida de la bancarrota de Chrysler ha sido seguido muy de cerca por General Motors, que hoy instó su quiebra ante el mismo juez, e intentará salir de este proceso de manera aún más rápida y expeditiva, con la ayuda del gobierno estadounidense y canadiense. El juez de Nueva York tomó la decisión después de tres días de audiencias con Nardelli, que ha hecho las funciones de máximo ejecutivo durante el proceso de bancarrota y ahora será sustituido ahora por un ejecutivo ajeno a la empresa, Robert Kidder.
El nuevo "Grupo Chrysler" estará controlado mayoritariamente por una sociedad fiduciaria vinculada al sindicato United Auto Workers, que contará con una participación del 55%, en tanto que Fiat controlará inicialmente un 20%, porcentaje que podrá crecer hasta el 35% si se logran ciertos objetivos.
El Departamento del Tesoro y United Auto Workers (UAW) han acordado que el sindicato no participará en la gestión de la nueva Chrysler, tarea que quedará totalmente en manos de Fiat, a pesar de contar con la mayor participación accionarial. Entre los accionistas minoritarios destaca el Gobierno de Estados Unidos, con un 8%, y el de Canadá con un 2%.
La decisión del juez también permitirá a Chrysler soltar algunos de los lastres que estaban arrastrando sus cuentas, como ocho factorías no rentables y acuerdos con un total de 789 concesionarios, que ahora podrían quedar anulados, con la consiguiente pérdida de miles de puestos de trabajo.