Para superar la incertidumbre y acelerar la recuperación, consideró fundamental restaurar la confianza en la banca, aumentando la transparencia y resolviendo el problema de los activos dañados.
Instó a los Estados miembros a "avanzar por ese camino", y a complementarlo con pruebas de resistencia a las entidades.
El comisario
La otra prioridad de los países, a su juicio, debe ser suavizar el efecto de la recesión sobre el mercado laboral, combinando mecanismos temporales para evitar despidos con las políticas activas y la inversión en educación y formación.
"La crisis va a conducir, sin duda, a penurias sociales", reseñó Almunia, que subrayó que, para contrarrestar ese problema, hay que esforzarse por equipar a los trabajadores con herramientas que les permitan acceder a nuevas oportunidades.
En su intervención, el comisario también aprovechó para recordar la importancia de que los países vuelvan al rigor presupuestario en cuanto se reanude el crecimiento.
"Tenemos que ser capaces de suspender las ayudas una vez superada la crisis", aunque reconoció que el momento y ritmo del ajuste será diferente en cada país.