Alcoa ha informado de la suspensión temporal de las operaciones en dos fundiciones de aluminio en Italia, con la consiguiente eliminación de cerca de 2.000 empleos, debido a que teme que las tarifas de suministro eléctrico futuro de las plantes no sean competitivas después de la decisisón de la Comisión Europea.
La compañía espera registrar en el cuarto trimestre un cargo antes de impuestos de entre 300 millones y 500 millones de dólares
relacionado con los recortes y las medidas de recuperación que probablemente tomará el Gobierno por la ayuda que ha otorgado a Alcoa. El cargo afectará el flujo de caja, indicó la compañía.
La compañía está apelando la decisión de la Comisión Europea, mediante la cual los reguladores prohibieron los subsidios eléctricos italianos para la productora de aluminio y
ordenaron al Gobierno italiano recuperar la ayuda que ya se ha entregado a la compañía. Italia ha dado a Alcoa -que cuenta con más de 63.000 empleados- tarifas preferenciales de electricidad para sus fundiciones en Sardinia y Veneto entre el 2006 y el 2010.
Alcoa dijo que la tarifa ha estado vigente por más de 10 años en Italia, y había sido aprobada por la Comisión Europea en 1995, el año en que Alcoa compró las operaciones. Explicó que la tarifa fue diseñada para suministrar electricidad a las industrias de alto consumo de energía en línea con los costos de energía de otros países de la Unión Europea. La Comisión dijo que la ayuda fue otorgada únicamente para reducir los costos de operación de Alcoa y no existía otra justificación.