El equilibrio fiscal es probable que empeore rápidamente, complicando el pago de salarios y pensiones de los funcionarios. Por ello,
es posible que el gobierno tenga que emitir pagarés para cubrir estas obligaciones. Este sería el primer paso hacia la emisión de otra moneda, ya que estos pagarés se cambiarían en un mercado secundario para cubrir las necesidades de las operaciones nacionales de bienes y servicios básicos.

Los IOUs, abreviatura de la frase “I owe you”, " te debo " en inglés, es un documento informal que reconoce la deuda. Estos pagarés suelen especificar el deudor, el monto adeudado y a veces el acreedor. En algunos casos, estos pagarés puede ser canjeable por un producto o servicio específico en lugar de una cantidad de moneda que constituye una forma de ampliación de capital liberada.

El agotamiento de euros como consecuencia de los controles de capital conducirá a una rápida devaluación de esta moneda paralela y, por tanto, al aumento de inflación nacional, lo que sería un lastre para el poder adquisitivo y empeoraría la recesión aún más.

En tal escenario, la popularidad del gobierno caería rápidamente, pudiendo dar lugar a malestar social. El gobierno actual podría no tener más remedio que dimitir. Se podría pasar entonces a un gobierno de unidad nacional que podría intentar renovar las negociaciones con los acreedores para evitar una mayor escalada hacia la salida de la Unión Monetaria.