En un reciente informe, los expertos de Goldman Sachs  explican que “la tendencia de las compañías de recomprar acciones se ha resacelerado en Estados Unidos desde comienzos del segundo trimestre del año. En concreto se han reducido las autorizaciones por parte de sus accionistas y las altas valoraciones de las compañías en bolsa han hecho que esta fórmula de retribución sea cada vez menos atractivo.

De media el S&P 500 cotiza a un PER de 18,3 veces, muy cerca de los máximos de la bolsa desde 1976. Hay que tener en cuenta que el selectivo ha tocado máximos históricos en la última semana de julio.  Algo que ocurre porque desde el inicio del segundo trimestre, un 40% de las acciones que cotizan en el índice americano han tocado máximos de 5 años y alrededor de un 60% están en su punto más alto de los doce últimos meses.

Con todo, en la firma de inversión consideran que la cantidad de dinero destinada a recomprar acciones este año en Estados Unidos se elevará un 7% hasta alcanzar los 600.000 millones de dólares.

Evolución de las recompras


¿Qué impacto va a tener esto en las carteras?
Una caída en las recompras en un obstáculo para la subida de la bolsa, ya que en los últimos años han sido la principal fuente de demanda de títulos del mercado americano. Ahora en la firma consideran que “los gestores de fondos, los inversores extranjeros y los fondos de pensiones van a ser vendedores netos de acciones en 2016”.

El impacto ya se puede observar en los portfolios que han optado por incorporar compañías que se caracterizan por poner en marcha estos programas de recompras. Según Goldman Sachs,  “los inversores han recompensado las recompras por muchos años, aunque esa tendencia se ha dado la vuelta y nuestra cartera que sigue a estas compañías lo ha hecho peor que el S&P 500”.

Hay que tener en cuenta que desde 1995 esta estrategia de Goldman Sachs ha batido al índice por una media de 4 puntos porcentuales.

Quizá este cambio es lo que hace que los gestores deban cambiar su estrategia. Según esta firma, “los gestores deberían centrarse en las empresas que devuelvan capital a sus accionistas vía dividendos y por eso apuestan por una cartera compuesta de compañías que ofrecen rentabilidad por dividendo, crecimiento y con una valoración razonable”, dicen. Las compañías que integran esta cartera, de hecho, cotizan con un descuento de más del 10% con respecto al selectivo.

Para ellos apostar por una estrategia pura de dividendo sería un error debido a que en Estados Unidos están en un proceso de normalización monetaria que va a llevar a un aumento de tipos de interés, lo que afectaría esta vía de inversión.

La siguiente es la cartera elegida por Goldman Sachs

Dividendos cartera

 
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