En concreto S&P ha recortado la nota de solvencia de Banco Santander Totta, Caixa Geral de Depósitos, Banco Espirito Santo, Banco BPI y Banco Comercial Portugués tras recortar el 'rating' de la deuda de Portugal como consecuencia de la crisis política abierta a raiz del rechazo parlamentario al nuevo plan de ajustes del Gobierno que provocó la dimisión de José Sócrates.

Según Elena Iparraguirre, analista de crédito de S&P, "nuestra decisión refleja el impacto directo en los bancos de la rebaja de dos escalones del 'rating' de Portugal". Iparraguirre espera un deterioro del perfil financiero de la banca lusa como consecuencia del cada vez más difícil entorno financiero y económico del país.