El presidente de Siemens, Peter Löscher, dijo que "en vista de la intensificación de la crisis en la economía mundial, estamos satisfechos con nuestros resultados en el segundo trimestre".

Los sectores de energía y salud tuvieron un comportamiento fuerte, mientras el sector industrial de actividades de ciclo corto fue más débil.


La entrada de pedidos bajó un 10 por ciento, hasta 43.084 millones de euros (56.871 millones de dólares), frente al primer semestre del ejercicio 2008.

La compañía germana explicó que la caída de la demanda se produjo, sobre todo, en los sectores industrial y de energía.

Sin embargo,
la entrada de pedidos aumentó en la división de técnica médica gracias a efectos positivos por los tipos de cambio.

Siemens revisó a la baja sus pronósticos de beneficio operativo para el conjunto del ejercicio hasta por encima del nivel del año anterior (6.600 millones de euros o 8.712 millones de dólares), frente a la horquilla de entre 8.000 y 8.500 millones de euros (10.560 y 11.220 millones de dólares) que había previsto anteriormente.

Esta revisión tiene en cuenta que "el entorno macroeconómico y financiero actual no muestra evidencias de mejora a corto plazo".

La compañía germana añadió que las condiciones macroeconómicas fueron desafiantes en el segundo trimestre debido a la caída del consumo y de los gastos de inversión, que tuvo efectos en industrias de ciclo corto como la automovilística y la manufacturera.

Los clientes de energía e infraestructuras de ciclo largo pospusieron nuevos negocios potenciales.

Siemens ha transformado la compañía al simplificar la estructura y centrarla en tres grandes áreas: industria, energía y salud.

En la bolsa de Fráncfort, las acciones de Siemens subían tras la apertura de la negociación un 3,9 por ciento, hasta 49,30 euros.