Se trata de un daño colateral en toda regla. Ya decía la pasada semana el presidente de la patronal bancaria, Miguel Martín, que en caso de default griego la repercusión para España sería prácticamente ‘nula’ y es que Atenas no representa más del 2% del PIB europeo. La cuestión aquí es la prima de riesgo que, a su vez, repercute sobre los CDS de las entidades bancarias.

De momento, la realidad es que el sector financiero, como los grandes tenedores de deuda que son, debe pagar más para financiarse. Esto en cuanto a las entidades que ya están en marcha. Las que se encuentran en pañales, Bankia y Banca Cívica, van a verse obligadas a lanzarse al parqué con un descuento sobre valor en libros que para colmo encuentra su techo en el precio al que cotizan bancos nacionales como el Popular. No obstante, Ofelia Marín-Lozano, directora de Análisis de Banca March,
augura un cambio en esta situación que ‘si se aprueba la nueva reestructuración griega, mejorará’.

Ahora, el rebote de los mercados depende en gran medida de los mensajes públicos por parte de Grecia y las instituciones europeas, tal y como ocurrió este mismo martes. Según Daniel Pingarrón, analista de IG Markets, ‘la clave es dar a las bolsas un escenario probable que empezar a descontar’. Y la subida de los índices podría ser casi inmediata teniendo en cuenta, como dicen desde Banca March, que se ha descontado un impago tan grande que cualquier solución que mejore las previsiones haría repuntar al sector financiero. Hoy tanto BBVA como el Banco Santander partían de la zona de 8 euros dentro del selectivo nacional, pero ¿cuánto falta para que llegue la corrección?


BBVA
Si hay algo en lo que coinciden todas las casas de análisis es en que sus títulos rebotarán para volver a una corrección que les llevará hasta la zona de 7 euros. Alejandro Martín, subdirector en España de Hanseatic Brokerhouse, asegura que ‘la estructura es claramente bajista. A muy corto plazo podríamos ver que el rebote puede prolongarse hasta los 8,2 euros donde aparece una fuerte resistencia’. En cuanto al medio plazo, ‘lo probable es que el título vuelva a intentar buscar la zona de los 7 euros’.

En la misma línea, Javier Flores, analista de Dracon Partners EAFI, sostiene que ‘en el corto plazo hay un suelo formado que posibilita el rebote del 8% desde mínimos y que coincidiría con niveles de 8,50/9 euros’ tanto para BBVA como para Santander. Como aspectos positivos a destacar, Flores resalta el incremento del volumen de negociación gracias a ‘la rotura de resistencias’.


Gráfico diario BBVA

Fuente: Hanseatic Brokerhouse



Gráfico de prima de riesgo del BBVA medida por su CDS


 
 Fuente: Reuters (facilitado por Dracon Partners EAFI)


BBVA ha perdido un 7,02% en la rentabilidad anual de sus títulos dentro del Ibex 35.


Banco Santander
Tanto ir de la mano ha anulado cualquier tipo de ventaja competitiva entre ellos y es que se podría aplicar idéntico análisis en el caso del Banco Santander. Su presidente, Emilio Botín, trataba de inyectar algo de aire fresco durante la Junta General de Accionistas celebrada el pasado viernes al asegurar que ‘la acción se recuperará con fuerza y empezará a reflejar el valor real’ del balance de la entidad.

Además, Botín mostró su clara determinación de mantener la cotización de su compañía dentro del mercado nacional y lo curioso es que podría ser no demasiado ventajoso teniendo en cuenta, de un lado, que tan sólo el 15% de su actividad se queda en España y, de otro, que Latinoamérica representa la mayor parte de su balance.

Desde el punto de vista técnico, ‘a muy corto plazo’, señala Alejandro Martín, ‘podría buscar los 8,20/8,30 euros, aunque existen muchas posibilidades de un retorno en próximas semanas a la zona de los 7/7,20 euros’.


Gráfico diario Santander

Fuente: Infobolsa


Gráfico de prima de riesgo del Santander medida por su CDS


Fuente: Reuters (facilitado por Dracon Partners EAFI)


Las acciones del Banco Santander han reducido su rentabilidad en un 8,78% durante el último ejercicio.


CDS, ‘armas de destrucción financiera masiva’
Ya lo decía Warren Buffet y es que los bancos son víctimas de un mecanismo basado en la especulación y que en caso de default podría provocar la quiebra del sistema crediticio a nivel internacional. Javier Flores asegura que ‘no se puede seguir la evolución de Santander y BBVA sin fijarse en el Stoxx 600 European Banks’, o lo que es lo mismo, el índice sectorial de la banca europea, que ‘se encuentra en un lateral bajista desde hace 18 meses’.

Estableciendo una comparativa entre los gráficos de las dos españolas y el índice comunitaria, la señal de compra habría que buscarla ‘en la proximidad del canal lateral’ del Stoxx 600. Cabe recordar que las caídas sufridas por este índice se mueven en una horquilla de entre el 10% y el 20% desde el pasado verano.

Pero lo curioso de la economía es la facilidad con que en ocasiones queda reflejada en la infografía. Si la previsión para el Eurostoxx 50 es de una caída continuada inversamente proporcional a la subida de la prima de riesgo europea; se puede decir exactamente lo mismo no sólo del Ibex 35, sino de la evolución tanto del Santander como del BBVA. ‘Las principales correcciones en los valores han coincidido con el encarecimiento del coste al asegurar sus emisiones’, analiza Flores. Además, los CDS de ambas entidades se encuentran en máximos de tres meses, aunque ‘en los últimos días, parece haber un punto de inflexión que permitiría reducir sus diferenciales’.


Gráfico Sectorial bancario europeo


Fuente: Reuters (facilitado por Dracon Partners EAFI)


Europa está claro, se la juega este verano con la primera parada en los resultados de los stress-test a la banca comunitaria. Mientras, en lo que respecta a Grecia, el convencimiento general es que no se permitiría que cayera con lo que el default no está en los planes. Marc Ribes, director de Activo Trade en Madrid, confía en que se haya ‘aprendido la lección’ con el caso Lehman Brothers porque la repercusión de una quiebra griega superaría, de lejos, la debacle que provocara la estadounidense allá por el año 2008. Rescartar a Lehman ‘quizás hubiera costado 50 billones de dólares’, rescatar a Atenas, de momento, nadie se ha atrevido siquiera a valorarlo.