Asimismo, Ryanair, que cuenta con una participación del 29,8% en su competidora Aer Lingus, sufrió una depreciación de 222 millones de euros en dicha inversión, hasta los 93 millones de euros.
En este sentido, la 'low cost' aseguró que, teniendo en cuenta el actual descenso del precio de las acciones de su competidora, no tiene previsto vender su participación, a pesar de los dos intentos fallidos de hacerse con el control de Aer Lingus.
"A pesar de la recesión mundial y de los precios récord del petróleo, el sistema de tarifas bajas y bajos costes de Ryanair sigue permitiendo el crecimiento del tráfico y de la rentabilidad, lo que demuestra la fortaleza del modelo de Ryanair", destacó el presidente de la compañía, Michael O'Leary.
En cuanto a las perspectivas para el próximo año fiscal, que se extiende hasta marzo de 2010, Ryanair tiene previsto alcanzar unos beneficios situados entre los 200 millones de euros y los 300 millones de euros, gracias al descenso del precio del petróleo y a sus "bajas tarifas", que permitirán un aumento del número de pasajeros transportados.
A este respecto, Ryanair estima incrementar el próximo ejercicio fiscal el tráfico un 15%, hasta los 67 millones de pasajeros, y rebajar en 450 millones de euros la factura por combustible.