De este modo, la OCDE pronostica que la tasa de desempleo en España cerrará 2009 en el 18,1% y aumentará hasta el 19,3% el próximo año, para registrar una moderada recuperación en 2011, para cuando augura una tasa de paro del 19%, aunque advierte de que el empleo podría verse negativamente afectado en el caso de que la recuperación del comercio internacional sea más débil de lo previsto.
En este sentido, las perspectivas de la organización internacional destacan el "ritmo lento" de la recuperación de la economía española, que registrará tasas positivas de crecimiento a lo largo de 2010 y ganará fuerza en 2011, debido al impacto negativo del elevado endeudamiento de los hogares y empresas, así como por las dificultades del sector de la construcción, lo que mantendrá el desempleo elevado, pudiendo marcar un máximo próximo al 20% en el transcurso de 2010 para moderarse posteriormente.
En concreto, las previsiones de la institución contemplan una caída de cuatro décimas de los precios en 2009 y una subida del 0,8% el año que viene, mientras que en 2011 augura un descenso de una décima.
LAS POLÍTICAS RESTRICTIVAS DEBERÍAN APLAZARSE A 2011
Desde el punto de vista presupuestario, el informe de la OCDE señala que España debería postergar hasta 2011 el planeado ajuste de su posición fiscal para permitir así una recuperación más firme de la economía.
En este sentido, la OCDE destaca que el proyecto de presupuestos del Gobierno para 2010 contempla ya la retirada de determinados estímulos introducidos en 2009, como la eliminación de deducciones, así como un aumento de dos puntos porcentuales del IVA y el incremento de la presión fiscal sobre las rentas de capital.
Asimismo, el informe señala que los planes apuntan a unareducción del gasto en empleo público y en la compra de bienes y servicios, así como una reducción en la inversión pública.
Sin embargo, la OCDE subraya la necesidad de aplicar reformas estructurales, incluyendo medidas para controlar el gasto vinculado al envejecimiento de la población, para garantizar la sostenibilidad fiscal a largo plazo.
Asimismo, la institución recomienda interrumpir la construcción de viviendas de protección pública y recomienda estimular el desarrollo del mercado de viviendas en alquiler, que atraería la demanda de vivienda entre los jóvenes y hogares de bajos ingresos, permitiendo una aceleración del ajuste en el mercado de la vivienda.