Explicó que esos riesgos derivan de la actual fase de recesión, con la que las carteras de préstamo empeoran y lo van a seguir haciendo "estos meses y los siguientes", lo que "pone en peligro la solvencia de muchas instituciones financieras en muchos países, menos en aquellos países donde la base de capital es muy elevada, como es el caso de los bancos en España".
El economista jefe de la OCDE consideró que para detener la "hemorragia económica" actual hay que llevar a cabo en particular "una acción decisiva sobre los activos bancarios en dificultades.
Eso pasa por "hacer toda la luz sobre las pérdidas y los activos dudosos, disociar las entidades viables de las que no lo son y, si es necesario, re-capitalizar o como último recurso nacionalizar las instituciones financieras insolventes".