Para Javier Kessler, el valor añadido de las EAFIs es “rotundo: aconsejamos al cliente productos de acuerdo a sus objetivos de inversión y su asunción de riesgos (…) sin compromisos con bancos ni intermediarios, puesto que mi cuenta de resultados depende del cliente y lo que me paga, pues todos los beneficios que tenga mi cliente redundan en mi remuneración”.
Como presidente de ASEAFI, Javier Kessler comenta que “es una organización de EAFIs registradas en la CNMV, en la que ayudamos a desarrollar las normativas correspondientes y también a que nuestras empresas funcionen conforme a lo que diga la legislación pues qué mejor que nosotros, que sufrimos los inconvenientes del día a día, para tener una interlocución con la CNMV”. “Hemos desarrollado en un mes una asociación ya que todos los miembros están aportando argumentos e ideas de calidad, lo que va a permitir consolidar nuestra asociación y las empresas del sector financiero”, además, afirma que “las reuniones con la CNMV han sido muy fructíferas”.
Para que el proceso de aprobación por parte de la CNMV sea mucho más rápido, Kessler recomienda que “el expediente tenga una claridad de ideas y una estructura bien definida donde se exponga claramente cómo se va a estructurar una empresa de asesoramiento financiero, dónde están los conflictos de interés y cómo se van a eliminar”. Y, para todos aquellos que mantengan prácticas antiguas en el asesoramiento financiero, aconseja “que lo cambien porque ya no están admitidas y es luchar contra un muro. Hay que adecuar la actitud, la estructura y el planteamiento a la normativa”.