Soledad Pellón, estratega de mercados de IG Markets, afirma que “el BCE ha vendido la subasta de liquidez a la banca con la intención de que fluya el crédito, pero yo creo que tiene un fin por detrás aún más importante”.
Este fin es “dar alivio al
sistema bancario europeo, el cual, se enfrenta a un 2012 muy complicado por las recapitalizaciones, los vencimientos de deuda y la obligación de deshacerse del inmobiliario que tiene en cartera”. Además, la subasta de liquidez “beneficia a la deuda, ya que los bancos pagarán un 1% por la liquidez y comprarán deuda soberana de la que obtendrán una rentabilidad del 5%, es decir, ya estarían ganando un 4%. Este 4% se pretende que sea el que fluya a los ciudadanos”.
Por tanto, “también es una buena noticia para los gobiernos, ya que aumenta la demanda de su deuda y baja la rentabilidad. Además, si redujéramos un 1% el coste de nuestra deuda estaríamos ahorrando ya 14.000 millones de los 16.000 millones del déficit que pretende ahorrar el nuevo Gobierno”.
Los bancos ofrecen canjear sus
preferentes por acciones, una opción que la experta considera que “no es mala, aunque tampoco la ideal, pues, al fin y al cabo, el sector bancario está cotizando a niveles atractivos, si bien es cierto que de cara a 2012 no sabemos lo que va a pasar”
En IG Markets reconocen que “no esperábamos un
rally de final de año, teniendo en cuenta las perspectivas para 2012. Yo creo que, ahora mismo, los inversores están muy cautos a la espera de las medidas que tome el nuevo Gobierno”. “Estamos viendo un rebote de los bancos que no podríamos decir que se va a prolongar hasta final de año, aunque, si las cosas mejoran, como con la subasta de liquidez del BCE, es muy posible que veamos ciertos rebotes adicionales cargados de volatilidad”.
Para el
Ibex 35, “de cara a 2012 estamos manejando niveles de 9.500 puntos, aunque es muy difícil decir que pueda acabar el año que viene en este nivel. En términos interanuales tendrá un buen comportamiento y tocará los 9.500 puntos con mayor probabilidad en la segunda parte del año impulsado, quizás, por el sector bancario”.
“El mercado se ha tomado muy bien lo que ha hecho
Sacyr. La compañía estaba aguantando durante mucho tiempo la participación en
Repsol, una participación estratégica que no quería vender porque ahora está por debajo del precio de compra, con lo cual, para la constructora es positivo”. El 10% que ha comprado Repsol a Sacyr “de momento no va a ser vendido a inversores particulares, aunque sí está buscando otro tipo de inversores, por lo que es una noticia neutral”.