Asimismo, justificó su decisión por "el elevado número de prestamistas inmigrantes que se han visto afectados por desfavorables condiciones económicas tales como el desempleo", dice. La agencia insiste además en que el recorte de las calificaciones refleja el deterioro del mercado inmobiliario en España.
Según los datos que maneja esta agencia de calificación crediticia y servicios de estudios como el del BBVA, los precios de la vivienda en España caerán entre un 25% y un 30% respecto a los que llegaron a marcar en el momento más boyante del mercado inmobiliario.
Los bancos han llevado a cabo últimamente muchas titulizaciones respaldadas por créditos hipotecarios, y en el momento que la tasa de morosidad de esas hipotecas sube por encima de determinada referencia, existen unos límites por los que el 'rating' de la emisión peligra o se rebaja, explicó Álvarez a Europa Press.
A su parecer, este cambio de la calificación pone de manifiesto el deterioro de la situación económica general y su impacto en las mayores dificultades de los consumidores para hacer frente a sus obligaciones financieras, lo que se traduce en una mayor tasa de impago.