GM no hizo comentarios sobre el canje de bonos. La compañía señaló que publicaría los detalles de los resultados del canje el miércoles por la mañana.
Varias fuentes dijeron a Reuters que GM podría declararse en bancarrota en algún momento entre la medianoche del martes y el 1 de junio.
Aunque el fracaso para alcanzar un acuerdo es un duro golpe, GM cerró el martes un acuerdo con los líderes del Sindicato de Trabajadores Automovilísticos Unidos (UAW, según sus siglas en inglés). La clave de las negociaciones de GM con el UAW fue la reestructuración de los términos de pago de los 20.000 millones de dólares que la automotriz aún le debe a un fondo de fideicomiso de salud de jubilados.
La UAW ha acordado recibir un 17,5 por ciento de acciones ordinarias de la GM reestructurada, dijo a Reuters una persona familiarizada con los términos.
El sindicato también recibiría 6.500 millones de dólares en acciones preferentes y asumiría participaciones por valor de 2.500 millones de dólares.
Esos términos suponen menos riesgos que la oferta anterior de GM, con la que hubieran recibido un 39 por ciento de acciones ordinarias. Como parte del plan, GM ofrecerá jubilaciones voluntarias a todos los empleados del sindicato. A los trabajadores con 20 años o más de antigüedad se les ofrecerán 115.000 dólares y un cupón por 25.000 dólares para la compra de un vehículo nuevo de GM.
Los afiliados a la UAW votarán el miércoles y jueves sobre los contratos. De acuerdo con el nuevo plan, los actuales accionistas quedarían con apenas el 1 por ciento de la empresa reestructurada. Una persona familiarizada con las ideas del Gobierno del presidente