Los responsables de políticas monetarias también están divididos sobre cuánto debe bajar los tipos el BCE, en la actualidad en el 1,25%. El presidente de la autoridad monetaria, Jean-Claude Trichet, indicó este mes que es posible que se produzca otro recorte de tipos de un cuarto de punto hasta el 1%, pero no quiso detallar el límite de las rebajas. Weber dijo que es "crítico" con que se reduzcan los tipos por debajo del 1%, porque podría desanimar a los bancos a prestarse dinero entre ellos.
Las disputas públicas son poco usuales dentro del BCE, creado hace 10 años, y sugieren que la desaceleración económica está resquebrajando la típica costumbre del banco de hablar con una única voz.
Weber señaló que las próximas medidas del BCE para facilitar más créditos deberían centrarse en garantizar que los bancos de la eurozona -la principal fuente de financiación para las empresas de la región- tengan fondos abundantes a corto plazo. Con el estrangulamiento de los mercados crediticios, el BCE empezó a ofrecer a los bancos préstamos ilimitados a su tipo básico por hasta seis meses. Antes de eso, los bancos pujaban por los fondos en subastas; el BCE restringió la cuantía que repartía y dio más a aquellos bancos que pujaban a tipos más altos.
Los responsables de la política monetaria han sugerido que podrían ampliar los vencimientos de sus créditos, una idea por la que aboga Weber. "Debería ser prioritaria una mayor relajación de la refinanciación por parte de los bancos, por ejemplo mediante una ampliación del vencimiento de las operaciones de liquidez", opinó. "Las intervenciones directas en los mercados de capital deberían quedar en segundo plano", agregó.
Ewald Nowotny, miembro del Consejo de Gobierno del BCE, dijo la semana pasada en una entrevista con Bloomberg News que ese tipo de compras serían una "medida sensata y eficiente". Nowotny, gobernador del banco central de Austria, indicó que la prolongación de los términos de los préstamos sería la opción más rápida.
Por Joellen Perry
THE WALL STREET JOURNAL