Con la incertidumbre existente en los mercados ante la crisis de deuda en la eurozona, son muchos los inversores que se han refugiado en metales preciosos como el oro, si bien la desaceleración económica pesará sobre la demanda de otras materias primas, más cíclicas y ligadas al riesgo. Las gestoras internacionales preguntadas por Funds People
Con respecto al petróleo, dice que a pesar de los decepcionantes datos de demanda y riesgo de caídas, es crucial mirar al otro lado de la ecuación: la oferta, pues la capacidad de la OPEC está en mínimos históricos y las perspectivas de crecimiento de países que no pertenecen a la organización es moderada. “Los fundamentales del mercado de petróleo apoyan sus altos precios”, concluye la entidad.
Manuel Arroyo, director de estrategia de
Helge J. Pedersen, economista jefe global de Nordea, considera que los precios de las materias primas flúctuan en línea con los ciclos económicos y que los signos recientes sobre una desaceleración en la economía global, junto al refugio de los inversores en activos seguros, han impulsado los precios a la baja. Aun así, los precios están aún por encima de hace un año. En resumen, y dado el empeoramiento de la situación económica, Nordea ha revisado a la baja sus perspectivas sobre el precio del petróleo para este año, aunque no de forma dramática. Su escenario no consiste en una vuelta de la situación de 2008, pues las incertidumbres tanto en Oriente Medio y el norte de África como en países como Nigeria y Venezuela podrían mantener la prima de riesgo. Con respecto al precio de los metales industriales, creen que caerán en la medida en que disminuye la producción industrial.
Pioneer Investments cree que las materias primas siguen moviéndose lateralmente. “Dado el incierto panorama económico, puede esperarse que no haya incrementos de precio y hay riesgo de que los sectores cíclicos como metales e industriales sufran pérdidas”. Un escenario que cree podría predominar en los próximos meses.
Gregor Hirt, responsable de multi-activos para Europa continental de Schroders, es positivo con el activo ante los bajos tipos de interés, la existencia de crecimiento económico y los bajos niveles de los inventarios, aunque reconoce que el menor crecimiento global y la aversión al riesgo seguirán presionando el mercado. Hirt es positivo en oro, “pues ha probado ser un diversificador resistente en la crisis de las divisas” y los bancos centrales son compradores del metal, añadiendo los bajos tipos de interés. Sin embargo, matiza que habría que recordar que en fuertes correcciones de mercado, como la de 2008, el oro también tiende a debilitarse en la medida en que los inversores toman beneficios o liquidan sus posiciones para compensar otras pérdidas en otros activos. Con respecto al crudo, Hirst dice que podría sufrir ante la debilidad económica, pero afirma que el crecimiento en EEUU podría ser algo mayor al previsto y que el petróleo de Libia podría tardar más en volver al mercado de lo que se pensaba. A ello añade los bajos niveles de los inventarios ante la crisis de Oriente Medio y la reciente crisis entre Israel y sus vecinos.
Standard Life es neutral con las materias primas, ya que cree que la demanda es fuerte, liderada por las tendencias de consumo y proyectos de infraestructuras en el mundo emergentes, pero los altos precios significan que habrá nueva oferta.