La inversión extraordinaria de obra pública que propone Seopan, equivalente a un 1% del PIB anual, duplica a la de unos 15.000 millones de euros que sopesa el Ministerio de Fomento. Según Taguas, el plan permitiría generar unos 185.000 nuevos empleos, entre directos e indirectos, sólo en el primer año.
IMPLICAR A LOS BANCOS.
Entre las medidas que el sector demanda figuran la concesión de avales estatales para las constructoras que participen en el plan, la concesión de créditos participativos y eliminar riesgos, esto es, "que durante la fase de construcción de una infraestructura que es 'de todos' el riesgo lo asuma el Estado y no la empresa".
Así, el plan de Seopan pasa por financiar un tercio de los 30.000 millones con los presupuestos públicos y destinarlo a "anticipar" obras de carreteras y ferrocarril ya en construcción o de próxima licitación.
Otro tercio se abonaría mediante el denominado 'metodo alemán' (el Estado paga a la constructora la obra cuando la recibe construida), una vez mejorado en cuanto al reparto de riesgos y articulando los pagos a partir de 2012.
Los otros 10.000 millones se costearía mediante distintos sistemas concesionales (la constructora recupera la inversión explotando la infraestructura de carretera o ferrocarril que construye).