Por su parte, la población activa continuará creciendo a un ritmo "mínimo", del 0,3% anual, con un leve repunte de 63.200 personas. Así, Adecco subraya que algo más de una de cada seis personas que perderán su empleo no comenzarán a buscar uno nuevo.
La mayor destrucción de empleo masculino que se está observando en los últimos meses (en el tercer trimestre cuatro de cada cinco empleos perdidos en el último año estaban ocupados por hombres) ha provocado un fenómeno que no se producía desde 1977: que tres comunidades autónomas (Cataluña, Madrid y Comunidad Valenciana) cuentan con una tasa de paro femenino inferior a la tasa de paro total.
Por tipo de empleo, los asalariados con contrato temporal son los que muestran la evolución más desfavorable, con casi 900.000 empleos destruídos en el último año (-18,2%). Prácticamente, uno de cada cinco temporal ha perdido su trabajo en los últimos 12 meses. Tras los temporales, los autónomos son el grupo más perjudicado, con 338.000 bajas, seguidos de los asalariados con contrato indefinido, que se han reducido en 197.000 personas.
El momento de máxima ocupación en España, con 20,5 millones de trabajadores, se alcanzó en septiembre de 2007. Adecco explica que si se considera esta fecha como el inicio de la crisis, se obtendría que la misma "ha devorado" un 24,9% de los empleos temporales y un 11,6% de los trabajadores autónomos existentes por entonces.
En sentido contrario, los asalariados con contrato fijo han repuntado un 1,1%, aunque Adecco achaca este incremento a las contrataciones realizadas por el sector público.
Así, partiendo de la hipótesis anterior, la crisis habría provocado la destrucción de 1.343.000 empleos temporales y de 421.000 ocupaciones de autónomos, frente a un crecimiento de los asalariados indefinidos de 123.000 personas.