Además, La Seda se encuentra inmersa en un proceso de reestructuración con el que pretende reducir su deuda, que a cierre del primer semestre ascendía a 603,4 millones.
Para llevar a cabo dicho plan, la compañía catalana tiene previsto reducir su capacidad, ajustar sus costes y desprenderse de activos no estratégicos. Además, La Seda ha anunciado una ampliación de capital por un importe mínimo de 150 millones y negociará la reestructuración de su deuda con sus acreedores.