Sobre si la eventual desaparición de 11.250 sucursales entrañará la eliminación de empleos a razón de cinco por cada oficina, el experto desechó este cálculo al destacar que algunas entidades financieras, sobre todo las de mayor tamaño, cuentan con una importante concentración de trabajadores en los servicios centrales.
Sin embargo, el director general de AFI, Daniel Manzano, reconoció que el adelgazamiento de oficinas entrañará, previsiblemente, una reducción de costes de explotación, incluidos los 'físicos', que podría situarse en el entorno del 20%, y podría llevarse a cabo mediante prejubilaciones, entre otras soluciones.
AUTORIDADES "LENTAS Y ESCRUPULOSAS"
"Sería deseable un papel más activo", respondió Ontiveros al ser preguntado sobre el papel desempeñado por las autoridades españolas que, a su parecer, se han mostrado "demasiado escrupulosas" tanto en el tipo de actuaciones llevadas a cabo como en el ritmo que han imprimido a éstas, frente a países europeos que inyectaron capital en las entidades o elevaron la protección a los depósitos de forma inmediata.
Según los cálculos de AFI, si la tasa de paro supera el 20% la morosidad del sistema financiero podría dispararse hasta el 8%, umbral que llevaría a algunas entidades financieras a registrar pérdidas en 2010.
El elevado nivel de desempleo despierta "inquietud" sobre la calidad de los activos bancarios en España dada la relación directa entre paro y morosidad, explicó Ontiveros. No obstante, consideró que "no hay que llevarse las manos a la cabeza por pérdidas bancarias" y que "con la que está cayendo lo extraño sería que hubiera un aumento de los beneficios".
A la luz del progresivo deterioro de los activos financieros y su evolución paralela al paro, el experto subrayó que la reestructuración financiera en España "sería más fácil si se hubiese hecho antes", y apuntó a la posibilidad de que Bruselas considere ayuda de Estado al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).
Asimismo, consideró "posible" que la retirada de los estímulos para la reactivación de la economía tanto por parte de la UE como del Banco Central Europeo (BCE) se produzca antes de que haya finalizado la reestructuración financiera en España y la economía vuelva a la senda de la recuperación. "Existe riesgo para el sistema bancario y para el crecimiento de la economía", sostuvo.