En valor, la droguería creció un 3%, la alimentación envasada y bebidas un 2,6% y los frescos perecederos un 0,7%, mientras que la perfumería fue el único subsector que cayó, con un decrecimiento del -0,3% en relación con el primer trimestre del año anterior.
No obstante, la consultora destacó que los sectores menos imprescindibles no registraron comportamientos tan positivos. Así, el mercado de impulso cayó un 9,2% en volumen y un 8,3% en valor, mientras que el descenso del textil fue del 0,8% en volumen y del 6,7% en valor. Por su parte, los combustibles crecieron un 3,1% en volumen, pero cayeron un 18% en valor a causa de los abultados descensos de precio frente al año anterior.
"Pero para certificar el inicio de la recuperación es preciso saber si se trata de un repunte coyuntural para reponer producto después de haber agotado definitivamente los stocks en el hogar o si realmente se trata de un incremento de su propensión al consumo más estructural gracias a las recientes ganancias de las renta disponible de las familias", precisó Simoes, para quien los datos del segundo trimestre serán claves para valorar la solidez de las bases de este repunte del consumo.
La consultora achacó el crecimiento del consumo al aumento de la necesidad de compra de productos de alimentación y limpieza al optar por ahorrar en su gasto fuera del hogar, así como a la reducción de precios y la proliferación de ofertas, entre otros aspectos.