En primer lugar, ¿cómo ve la situación del mercado inmobiliario en España?

El sector inmobiliario está viviendo un momento dulce ahora mismo y de recuperación después de una enorme crisis que hemos pasado. Ya a mediados de 2014 empieza a crecer muy despacito, en 2015 y 2016 se ve que este crecimiento se va consolidando y en 2017 ya hemos visto como, con la principales variables del sector, se asienta esa consolidación. Se crece en precios, en número de compraventas, en hipotecas… que también ha sido muy importante la financiación de las entidades financieras y como han entrado en una competencia entre ellas para dar crédito hipotecario al cliente final siempre cumpliendo criterios de solvencia. Son crecimientos de dos cifras, pero es normal viendo de donde veníamos puesto que eran crecimientos mínimos. Hay que mirar el sector con prudencia porque está creciendo el precio del suelo para hacer obra nueva. Se nos pregunta mucho por si hay burbuja o no, creo que hay una consolidación fuerte del sector, está aumentando la profesionalización y la transparencia.

¿Cree que la recuperación del ladrillo se está quedando sólo en las grandes ciudades y en la costa?

Si que hemos visto en estos años una recuperación en varias velocidades, pero esas velocidades cada vez se van acoplando más. Las principales ciudades han tirado desde el principio, Barcelona y Madrid y otras capitales importantes, la costa del Sol y la costa mediterránea han tirado más de esa recuperación y otros sitios se estaban quedando más atrás. La recuperación está llegando a las capitales de provincia y a municipios de alrededor de las grandes ciudades, y hay un crecimiento generalizado por comunidades autónomas y por provincias. Siempre habrá algunas zonas donde aún quedan sin vender promociones y es muy difícil sacar adelante un producto.

Como decíamos la modernización del sector ha llegado a través de plataformas de crowdlending como Civislend y a través de las socimis. ¿Qué diferencia a Civislend de otras plataformas de financiación participativa?

Las socimis han tenido un papel importantísimo en la recuperación, ha habido muchas socimis que se han incorporado al mercado y que se van incorporar al MAB y esto es muy positivo, porque permite que el sector se estabilice en las principales variables y hay mucha profesionalización dentro de las propias socimis. Dentro de lo que es la financiación alternativa, estamos las plataformas de financiación participativa (PFP) que nacemos a partir de la ley 5/2015 donde se regulan todas las plataformas de crowdfunding, que pueden participar con acciones en los proyectos, plataforma de valores que pueden emitir deuda y plataformas de préstamos, que es lo que hacemos en Civislend, que a través de los inversores se dan préstamos a los promotores para que puedan desarrollar proyectos de obra nueva.

Creemos que es muy importante dentro de ese fomento de la financiación empresarial que el propio Gobierno impulsa, creemos que esa financiación alternativa, que en nuestro caso es complementaria a la bancaria, es muy importante para que nuestro país siga creciendo porque la banca no puede absorber todo lo que está por venir, la obra nueva se estima en 150.000 viviendas anuales, dando una buena remuneración al inversor y permitiendo al promotor que acometa sus proyectos.

¿Qué tipo de rentabilidades están consiguiendo los inversores y que tipo de interés se suele aplicar a los promotores?

De cara al inversor, que para nosotros es muy importante, y le damos mucha importancia a la protección al inversor. Hay muy pocas plataformas, incluidas la nuestra, que estén autorizadas por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y para dar préstamos por el Banco de España. Nosotros realizamos un estudio muy exhaustivo de los proyectos, vemos si tiene sentido desde el punto de vista de solvencia de promoción y de viabilidad de proyecto y en función de eso analizamos cuál es el impacto en los costes del préstamo que le vamos a ofrecer al promotor conjuntamente con el banco. Nuestro préstamo es una parte minoritaria de la financiación que el promotor recibe. La rentabilidad que le damos al inversor se sitúa entre el 6% y el 12%  en tasa anual equivalente (TAE), un tipo bastante atractivo, que de media podríamos hablar de un 8% aproximadamente. Y de cara al promotor, es un ‘win-win’, cobramos una comisión de estudio preliminar de 600 euros, de viabilidad con más detalle de máximo de 6.300 euros y al final un tipo fijo donde vamos a consecución de objetivo al captar el 100% de la financiación. A mayor plazo el tipo de interés se diluye, pero está entorno al 12% y el 17% aproximadamente.

Si un inversor nos está viendo y tiene dudas de si invertir en una socimi o hacerlo en una plataforma como la vuestra, ¿que le diría?

Como hemos comentado las socimis tiene un papel muy importante y en este caso son dos elecciones muy distintas. Cuando un inversor quiere invertir en una socimi no tiene opción de elegir en qué tipo de activo, al final la socimi elige la inversión que va a realizar, nosotros desde una plataforma de financiación participativa (PFP) permitimos al inversor es que elija el proyecto y diversifique el riesgo en función en función de los diferentes proyectos. Nosotros no buscamos proyectos en zonas ‘prime’, que sean comercialmente muy atractivos, buscamos proyectos viables, solvente y de que alguna manera tengamos la suficiente precaución para proteger al inversor.