El portavoz de la entidad, Raymond Vermeulen,  explicó que la operación está en línea con la estrategia de ING de dotarse de una estructura de financiación mixta, con emisiones a corto y largo plazo.

En el caso de esta emisión a diez años, explicó que se ha decidido vincular los bonos a hipotecas, dado que estos activos tienen generalmente un periodo largo de maduración.