IAG ha comunicado antes de la apertura de mercado que
en el primer trimestre mejoró sus beneficios un 458%, hasta los 104 millones de euros, mientras que los ingresos unitarios de pasaje del trimestre disminuyeron un 3,5%.
 

Desde la compañía han reconocido que estas cuentas se han visto impactadas por los efectos de los ataques terroristas de Bruselas, así como por cierta debilidad de la demanda premium subyacente. Por ello, la compañía ha moderado sus planes de crecimiento de capacidad a corto plazo, aunque mantiene su expectativa de generar un incremento absoluto en el beneficio de las operaciones similar al registrado en 2015.
 
 
Estas previsiones suponen una lacra para la cotización hoy e IAG se convierte en el peor valor del Ibex 35. De hecho, ha abierto con un hueco superior al 3%,
marcando mínimos de la sesión en los 6,72 euros (caída máxima del 5,21 euros desde el cierre de ayer).
 
El retroceso que experimenta el precio pone en peligro la tendencia de medio plazo, ya que está a punto de perforar la directriz bajista que le ha penalizado desde principios de año. Si se mete por debajo, corre el peligro de caer a 6,50 euros, nivel que coincide con el retroceso de Fibonacci del 23,6% de todo el movimiento de caída desde comienzo de año.

Por la parte alta, si IAG logra salvar el soporte de los 6,91 euros, quedaría libre de la directriz bajista y podría subir hasta 7,20 euros (50% de Fibonacci).
 

 
Los indicadores técnico Premium muestran que IAG ha entrado en tendencia bajista en el medio y largo plazo, arrastrando desde comienzo de año unas caídas del 15%. Actualmente el precio se coloca por encima de las medias de medio y corto plazo, pero no de la de 200 periodos, que pasa por los 7,51 euros, zona que coincide con el retroceso de Fibonacci del 61,8%. 


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