¿El motivo? Su interés por la inmunoglobulina intravenosa (IGIV) que los laboratorios comercializan con el nombre de Flebogamma. Sólo a modo de curiosidad, este producto se utiliza en pacientes con deficiencia de anticuerpos, en enfermedades hematológicas, inflamatorias, en trastornos neuromusculares y en ciertas infecciones.
¿Por qué
En los nueve primeros meses del año su beneficio neto ha disminuido un 17,1% respecto al mismo período del año anterior, debido a los gastos financieros originados por la emisión de bonos del 2009. Sin embargo, sus ventas han crecido un 7%, impulsadas por sus hemoderivados.
Desde los inicios de esta compañía, su apuesta por la internacionalización ha sido decisiva y continúa siendo una de las claves de su estrategia empresarial. Concretamente, una de las plantas de producción más importantes está ubicada en Los Ángeles y, recientemente, han iniciado las obras para la construcción de una nueva planta en Texas, de la que se prevé obtener más de un millón de litros de plasma al año. De aquí, la emisión de bonos de 2009 para obtener la financiación necesaria.
Además, Grifols es una de las 5 compañías más importantes del mundo en la producción de hemoderivados y, en el mes de septiembre, conocimos que la alemana Octopharma (que ocupa el cuarto lugar del ranking) tuvo que retirar, de diferentes países europeos, inmunoglobulina 5% y 10%, debido a que aumentaba el riesgo de eventos tromboembólicos, lo que seguro que repercutirá positivamente en la facturación de estos laboratorios.
En resumen, a pesar de que la compañía tiene unas buenas expectativas de crecimiento, los gastos financieros derivados de una apuesta por el crecimiento de la compañía, le está resultando demasiado caro, creyendo que las sinergias podrían tardar más de lo esperado en reflejarse en su cotización.