Preguntado por si queda lejos esta recuperación, Carbó indicó que "ya ha pasado la fase de mayores complicaciones, de congelación, de pérdidas financieras", aunque reconoció que "no se sabe en términos temporales cuando va a acabar" la crisis.
"La (nueva) etapa será más duradera de lo previsto, pero no tan dañina", recalcó para añadir que, aunque "con lentitud", se tiende "hacia la normalidad", a la vista de que "han aflorado buena parte de las pérdidas y hay signos de recuperación" en economías como la norteamericana o la china.
En este contexto, Carbó indicó que "se producirán muchísimas fusiones entre cajas", ya que "no hay más remedio", aunque avisó de que este proceso no se producirá de un día para otro. En su opinión, la normalización del sector podría llevar "entre tres y cinco años", puesto que "las fusiones tardan muchísimo y son larguísimas".
Así, el escenario que se avecina será el de "un negocio que crecerá poco y reflejará el estado de la economía española, en la que no habrá grandes sectores para absorber el paro". "Vienen años muy duros", sentenció.
Así pues, el responsable de Funcas pronosticó que "el crédito se recuperará suavemente" y confió en que el proceso de normalización en el sector bancario sea más ordenado en el caso de España por efecto del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Si bien, echó de menos algo más de claridad sobre el veto autonómico a las fusiones entre las cajas.
Finalmente, Carbó indicó que todo ello ocurrirá en un escenario de tipos de interés en la zona euro que "estarán en los próximos seis u ocho meses en niveles parecidos" a los de ahora, en el entorno del 1%. En todo caso, "podrían cambiar cuando se reactive la economía y haya más presión de la inflación", señaló para insistir en que "volverán a subir, pero no de inmediato".