Y aunque la economía estadounidense ha logrado salir de una recesión, creciendo a un ritmo anual del 2% en el 3T, las compañías siguen sin contratar. De hecho, el Departamento de Trabajo dijo que en septiembre se crearon 64.000 empleos, menos de lo que los economistas habían pronosticado, y el índice de desempleo siguió en un 9,6 por ciento.
Pissarides dijo que el menor crecimiento y la ausencia de empleos también hacen que Estados Unidos parezca cada vez más “como un país europeo, pero sin el armazón de la política de bienestar social que Europa tiene”.
El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben S. Bernanke, dijo el 27 de agosto que el banco central “hará todo lo que pueda” para sustentar la recuperación económica”. Los inversores esperan que la Fed adopte más medidas de la llamada relajación cuantitativa de la política monetaria, lo que inyectaría más dinero en la mayor economía del mundo. “Eso no puede lograr gran cosa”, dijo Pissarides. “Lo que necesitamos es que los bancos empiecen a prestar dinero para la compra de casas y la creación de empleos”.
Dijo que otras alternativas podrían ser nuevas medidas fiscales para hacer más difícil que los bancos depositen dinero en el banco central, y que por tanto los obliguen a prestar el dinero.