El parlamento griego ha aprobado en una primera votación y por mayoría absoluta las nuevas medidas de austeridad por valor de 30.000 millones de euros para reducir el déficit del país. Las medidas deberán ser aprobabas en un segunda votación al final del día para que el proyecto se convierta en ley. La aprobación de estas medidas permitirá la aplicación de la ayuda del FMI y de la zona euro.
Durante su comparecencia en el Parlamento, Papandreou pidió al país que acepte los severos recortes presupuestarios propuestos por el Gobierno y destacó que estas "medidas de emergencia son la condición para recuperar la credibilidad y ganar tiempo".
El presidente del gobierno heleno afirmó que "es la hora de hacer los grandes cambios que se han ido retrasando durante años", quien insistió en que no hay tiempo que perder para reforma una economía en un situación complicada que ha puesto en riesgo a toda la zona euro.
Los principales partidos conservadores y de izquierdas ya habían anunciado que votarán en contra de esta ley, lo que no impidiera su aprobación, pese a que el Gobierno tenía la esperanza de poder lograr un amplio consenso político sobre esta medida. "El Gobierno apoya la ley y se aprobará, pero estamos obligados a rechazarla", aseguró el líder de Nueva Democracia, Antonis Samaras.