A la vista de las recientes medidas tomadas por el banco central de Suiza (SNB) para limitar la apreciación del franco frente al euro, McIntyre también duda de que la moneda suiza vaya a seguir beneficiándose de su estatus de refugio. «Debido a la amenaza de nuevas intervenciones por parte del SNB, creemos que el dólar se verá beneficiado en periodos de tensiones en los mercados», apunta.
Una amenaza clave para este escenario provendría de nuevas medidas de relajación cuantitativa en los EE.UU., ya que tirarían a la baja del dólar. No obstante, McIntyre no está preocupado por la posibilidad de que haya más relajación cuantitativa, ya que cree que la próxima ronda tendrá un enfoque diferente a las dos anteriores.
Las fases de relajación cuantitativa son bajistas para el dólar, pero tampoco han sido especialmente positivas para los bonos del Tesoro, señala McIntyre. «Es contradictorio, porque uno piensa que las compras de títulos del Tesoro de EE.UU. por parte de la Fed deberían brindar apoyo a los bonos, pero en este entorno no hicieron ningún bien», asegura. «Sólo cuando los mercados vieron que se aproximaba el fin de la relajación cuantitativa el entorno se volvió positivo para los bonos del Tesoro. Durante los últimos tres años, los periodos sin relajación cuantitativa han sido claramente mejores para los bonos».
No obstante, ahora que la economía estadounidense lucha para seguir creciendo y se prevén medidas para reducir el déficit público, McIntyre espera que la Fed no pierda de vista la lucha contra la deflación. «Esto reduce las probabilidades de que EE.UU. tome el mismo camino que Japón, ya que la Fed ha aprendido de los errores que cometió Japón en el pasado», explica.
«Sabemos que EE.UU. va a recortar el gasto y a subir los impuestos. Esto podría terminar teniendo efectos deflacionistas, y considero que la Fed hará todo lo necesario para asegurarse de que no existan presiones deflacionistas dentro de la economía estadounidense. Hemos gestionado nuestras carteras mundiales de bonos sobreponderando la exposición a la duración de los bonos del Tesoro de EE.UU. durante gran parte de 2011 y eso ha sido beneficioso para las rentabilidades. Sin embargo, como cada vez parece más probable que EE.UU. va a evitar la recesión y como Europa parece que está dispuesta a evitar el riesgo de que se repita lo que ocurrió con Lehman Brothers, recientemente hemos reducido nuestra exposición a los bonos de alta calidad en nuestras carteras».