Las advertencias del BCE se dirigieron al concepto más amplio de forzar a los inversores a aceptar pérdidas en los bonos de la zona euro. No hizo ninguna referencia específica al debate actual sobre aumentar las pérdidas sobre los bonos helenos desde el 21%, tal y como en su segundo plan de rescate el 21 de julio, hasta el 30% e incluso el 50% que barajan desde la zona euro, según adelantó ayer Reuters.

"La participación del sector privado (obligando a aceptar descuentos) podría dañar la reputación de la moneda única internacionalmente, posiblemente añadiendo volatilidad en los mercados de divisas", dijo el BCE en su informe mensual.

"En particular, los inversores internacionales públicos y privados pueden ser cautos sobre la inversión de una parte importante de su patrimonio en activos denominados en una moneda que no cumple plenamente sus obligaciones".

Los comentarios del BCE ponen de relieve una división en la zona euro entre el banco central y los gobiernos sobre la forma de gestionar la crisis de deuda soberana.