De este modo, la institución internacional se suma a la opinión de que China podría ser uno de los primeros países en experimentar una recuperación, ya que para 2010 anticipa un crecimiento del 7,7%.

El Banco Mundial señala que el plan de estímulo ha permitido un aumento de los préstamos, así como de las inversiones, mientras que han aparecido algunos signos positivos en el mercado inmobiliario y el consumo interno se mantenido razonablemente bien.


No obstante, la institución señala que la debilidad de las exportaciones continúa siendo la principal amenaza para el crecimiento chino, mientras que las importaciones se han recuperado en el segundo trimestre, especialmente las de materias primas.

Asimismo, el Banco Mundial considera que no es necesario que China adopte medidas de estímulo adicionales en 2009, puesto que elevarían el déficit presupuestario hasta un nivel que dejaría poco margen de maniobra al Gobierno en el caso de tener que recurrir a dichos estímulos en 2010.