Pero la falta de ventas provoca ausencia de ingresos…y esto la imposibilidad de hacer frente a los pagos. La deuda alcanza los 42 millones de euros de los que 28 millones corresponden a la deuda contraída con las entidades financieras, 6 millones a proveedores, 5 millones al grupo Dogi (matriz) del que forma parte y 3 millones a las administraciones públicas. Pero Dogi no sólo ha confesado tener dificultades con sus cuentas, sino que ha declarado abiertamente “estar en situación de insolvencia”. Algo lógico “si tenemos en cuenta que todavía nos movemos en un entorno en el que no es fácil acceder a la liquidez pues aunque bancos e ICO han puesto algo de dinero en circulación, todavía no está en las condiciones normales ni por asomo”, explica Jorge del Canto, analista Independiente. Para este experto, la decisión de la compañía “no tiene mala pinta porque sólo lo declara para su negocio en España. El resto del grupo no tiene problemas de solvencia. Y patrimonio tiene para responder”.
Un plan que enfrenta dos variables: deuda vs patrimonio
Y es ahí donde está la clave. La compañía volverá a cotizar cuando presente un plan de viabilidad en el que se detalle cómo piensan refinanciarse y negociar con los acreedores.Porque, recuerda Del Canto, la solicitud de concurso de acreedores “es una protección de la empresa para evitar la quiebra”. En caso de no conseguir llegar a un acuerdo – bien rebajando la deuda o ampliando el plazo de su devolución- habría que tomar otras medidas. Por el momento, no es su situación.
Una vez levantada la cotización ¿cómo regresará al mercado? Los expertos no tienen claro cómo será su vuelta al parqué porque “en estas situaciones el mercado siempre exagera”. El analista independiente admite que “es pronto para evaluar el impacto en su cotización. Probablemente al principio le haga bajar pero ¿quién dice que tras presentar el plan de viabilidad no relanza su cotización incluso hdasta los 2 euros?”. Un 233% más respecto a los precios actuales a los que cotiza.