El acuerdo, que se espera que se firme antes de que acabe octubre, finaliza con meses de especulaciones sobre la muy esperada consolidación del sector británico de telefonía móvil, que se aceleró cuando Deutsche Telekom hizo pública una alerta de beneficios en abril, en parte por su débil actuación en Reino Unido.
Deutsche Telekom registró una pérdida por depreciaciones de 1.800 millones de euros en su primer trimestre y dijo que estaban abiertas todas las opciones para T-Mobile UK.
El acuerdo debe ser aprobado por el regulador británico de telecomunicaciones, que en julio dijo que la competencia en el sector ha sido un éxito para los consumidores británicos, en parte gracias a la estructura existente.