Las cuentas del banco galo reflejan el descenso del 7,1% en la partida destinada a provisionar el riesgo de crédito, que se situó en 2.054 millones de euros, mientras que el producto neto bancario de la entidad sumó 10.293 millones, un 19,4% más.

En el segundo trimestre del ejercicio, Crédit Agricole obtuvo un beneficio atribuido de 379 millones, un 88,6% más, mientras que las provisiones por riesgo de crédito bajaron un 13%, hasta 980 millones, a pesar de que el banco tuvo que destinar 713 millones a cubrir las pérdidas relacionadas con su filial griega, Emporiki, de los que 418 millones correspondieron a ajustes en el fondo de comercio de la entidad.