Respecto a la evolución de la crisis económica en España, Corbacho consideró que no debe ser vista como una "fatalidad" y debe evitarse que el miedo paralice la sociedad y pensar en el futuro, sin miedo a los cambios.
"Necesitamos sumar esfuerzos, desde el realismo, pero sin catastrofismo, para mirar hacia la dirección correcta", declaró.
En este sentido, insistió en la necesidad de hacer cambios estructurales para crear un nuevo modelo productivo que genere riqueza, ocupación y cohesión social.
Asimismo, defendió que se impulse la formación profesional, para que sea "más flexible y adaptada" a las necesidades del mercado.
El ministro de Trabajo remarcó que las soluciones a la crisis no pasan por reducir costes salariales ni por la precariedad de la ocupación, ni tampoco por un aumento del proteccionismo, sino de la regulación y del control del mercado por parte de las administraciones.