“Consiste en crear unos fondos de inversión cuyo perfil de riesgo coincida con un objetivo de disposición del dinero”, explica Jacobo Zarco. Este tipo de fondo tiene una gran ventaja ya que los inversores se despreocupan completamente de la distribución por tipos de activo, ya que ésta es una tarea del gestor. “Es un producto muy simple pero muy atractivo para el inversor”, declara Fernando Luque.
Cuanto más se acerque el fondo a su “fecha de caducidad”, menor riesgo tendrá. Por tanto, los fondos de inversión de ciclo de vida permiten casar tus objetivos, independientemente de lo cerca o lejos que estén en el tiempo, con ellos.
Los fondos ciclo de vida te permiten, una vez ahorrada una cantidad de dinero lo suficientemente importante como para que actúe de “colchón”, realizar inversiones más arriesgadas.
En el caso de estos fondos, igual que el resto, no se deberá tributar a Hacienda hasta que no se vendan las participaciones, lo que supone una gran ventaja respecto a otros instrumentos financieros.