Miembros del gobierno chino presentes en la cumbre del G-20 de Seúl mostraron su firme oposición a la segunda tanda de ayudas  anunciada por la Reserva Federal Americana.
 
Además mostraron su oposición a cualquier recorte de superávit. Según los funcionarios presentes en la reunión, la inyección de 600.000 millones de dólares por parte de la FED minará la recuperación económica.