Por áreas geográficas, las ventas anuales en Estados Unidos y Canadá aumentaron el 14%, hasta 1.331,8 millones de dólares, mientras que en Latinoamérica bajaron el 13%, hasta 69,1 millones, y en el resto del mundo el 12%, hasta 554,9 millones.
En Latinoamérica, el grupo vio reducir su margen de beneficio respecto a los ingresos tanto en el último trimestre como en todo el año, para quedar en el 13,2% y el 5,8%, respectivamente.
Para los próximos meses, Burger King dijo esperar que "las ventas en todo el mundo sean suaves en la primera mitad del ejercicio fiscal (entre julio y diciembre), para mejorar en la segunda mitad si aumenta la confianza de los consumidores".
Concretamente, apuntó que espera ventas más "suaves" en Estados Unidos, Alemania y México, "tres de los mayores mercados", aunque ello se compensará "parcialmente" con las "sólidas" previsiones que tiene para "Reino Unido, España y la mayor parte de Europa, así como muchos países de Asia-Pacífico".
Añadió que espera que sus ganancias anuales por acción tiendan a aumentar el 15% y sus ventas entre el 2% y el 3%, aunque dijo que estos cálculos no son para su próximo ejercicio fiscal, sino para una perspectiva "a largo plazo".
Burger King también ralentizará el ritmo de apertura de nuevos establecimientos, hasta entre 250 y 300 durante el próximo año, frente a los 360 del ejercicio que acaba de cerrar, que fue la cifra más alta en casi una década.
"A medida que entramos en el año fiscal 2010, algunos indicadores macroeconómicos apuntan a que está en marcha una estabilización de las economías del mundo", dijo Chidsey.
Sin embargo, reconoció que "prevemos que el entorno de consumo seguirá difícil debido a altos niveles de desempleo, que se ha traducido en una reducción significativa de los gastos fuera de casa para comer".