Botín recalcó que las medidas anunciadas por el Ejecutivo "demuestran su determinación para afianzar la recuperación y lograr un crecimiento sostenible", si bien consideró que el panorama económico en el que se desarrollará la actividad del banco "será todavía difícil".
Sobre el fuerte aumento del déficit público, consideró que "no debería plantear dudas sobre la calidad crediticia del Reino de España", teniendo en cuenta que se parte de un nivel de deuda pública más bajo que el de los principales países industrializados.
La previsible recuperación económica internacional hace suponer que el entorno en 2010 "va a ser algo más favorable que el de 2009", dijo Botín, sin dejar de matizar que "el año todavía va a ser complicado", ya que hay que superar los coletazos de la crisis financiera y las tasas de crecimiento seguirán siendo moderadas, sin que sea fácil que la economía mundial vuelva pronto al ritmo de crecimiento previo a la crisis.
LA REESTRUCTURACIÓN FINANCIERA, "CUANTO ANTES"
Botín recalcó que la reestructuración del sistema financiero resulta esencial para garantizar su fortaleza y competitividad y con ello un suministro del crédito al sistema fluido y eficaz. De esta forma, consideró importante que se actúe "con decisión y cuanto antes", al tiempo que calificó de "muy positiva" la reciente aprobación del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) por parte de la UE.
"Si se hacen bien las cosas, es previsible que la confianza continúe recuperándose a lo largo de 2010", vaticinó Botín, que se declaró "optimista" a pesar de las dificultades a que se enfrentan las economías desarrolladas en general y el banco en particular.
El FROB es un marco adecuado para canalizar las eventuales ayudas públicas a las entidades financieras que deberán venir acompañadas de una reducción de capacidad y de garantías sobre la viabilidad de dichas entidades que permita su devolución al Estado, valoró.
Respecto a las recientes medidas anunciadas por Estados Unidos en el sistema financiero, como la introducción de un impuesto especial y generalizado a la banca, confió en que "no se extiendan a Europa" porque penalizan de forma indiscriminada a un "sector vital para la economía". Sin embargo, puntualizó que "apenas tendrán impacto en las cuentas del Santander" en Estados Unidos.