La bolsa de Nueva York encaró con pérdidas su segunda sesión de la semana. La ausencia de datos macroeconómicos dejó ligeras subidas en los índices del otro lado de Atlántico: el Dow Jones sumó un 0.43%, el S&P500 se revalorizó un 0.5% en tanto que el tecnológico lideró la sesion con un 0.7% de subida. En el punto de mira de la sesión, la reunión de Barack Obama con Papandreu.
La agenda macroeconómica del día en Estados Unidos se presentó huérfana de datos de relieve. A cambio, los inversores contaron con la intervención del presidente de la Fed de Chicago, Charles Evans, y con la reunión entre Barack Obama y el primer ministro de Grecia, Giorgios Papandreou. El primero declaró que los tipos probablemente se mantnedrán en niveles bajos durante algún tiempo debido a las débiles condiciones de los mercados laborales. Evans añadió además que se siente “muy cómodo” con el lenguaje actual de mantener los tipos bajos durante un “periodo prolongado”, por lo que, en su opinión,
se podría mantener la política actual durante las próximas tres o cuatro reuniones de la Fed, equivalente a aproximadamente 6 meses.
Los mercados de deuda, en Europa, esperan novedades con un paso atrás en su línea de mejora, fomentado por las advertencias crediticias lanzadas por Fitch y Moody's sobre buena parte de los países de la zona euro, y en especial Reino Unido, Grecia, Irlanda, Francia y España.
A la ausencia de datos macro se unió la ausencia hoy de movimientos corporativos. La presentación de resultados también escasea, aunque dejó margen para la actualización de previsiones. El ajuste a la baja de las estimaciones de
Texas Instruments restó posiciones a su cotización del fabricante de chips para teléfonos móviles.
Sin abandonar el sector tecnológico, la expectación crece alrededor de
Cisco. La compañía de redes prometió la presentación de una novedad que podría "cambiar para siempre Internet".