Terminamos 2016, que ha sido un año marcado por muchos focos de incertidumbre que al final en mayor o menor medida han sido salvador. ¿Qué balance hace de este año y cómo piensa que puede ser, sobre el papel, el año que entra?

El año ha ido de menos a más. Hemos tenido dos grandes caídas: la primera a comienzos de año, cuando a comienzos de enero hubo un desplome de las bolsas. Se juntó por un lado la caída del precio del petróleo, una fuerte depreciación del yuan chino, combinadas ambas cuestiones dio la sensación que el mundo se encaminaba a una nueva recesión, China se iba a desacelerar con fuerza, y a medida que fueron pasando los meses la sensación fue pasando, las bolsas se recuperaron, los datos macro mejoraron hasta que llegamos al Brexit, con la peor sesión de las bolsas europeas. Luego vimos que el Brexit no era para tanto y el mercado interpretó que iba a tener consecuencias a largo plazo, en cuestión de dos años y que no merecía la pena fijarse en ellas y que además el BoE iba a apoyar con una política económica más laxa. La bolsa de Londres con esa depreciación de la libra tuvo un rally. Nos fuimos olvidando de los problemas del Brexit, continuamos recuperándonos hasta que llegamos a las elecciones de Donald Trump donde la campaña electoral Wall Street se identificó con Hillary Clinton, ganó Trump y la bolsa cambio de parecer y celebró la victoria de Trump con un rally que nos ha traído hasta final de año. Esta vez no ha habido rally de Navidad, pero ha habido rally de Trump. A final de año hemos tenido también cuatro citas. La reunión de la OPEP donde se ha recortado la producción de petróleo. Hemos tenido el referéndum italiano donde de nuevo en un acto de incoherencia han celebrado que saliese el no. Y hemos tenido las dos reuniones de los bancos centrales con el BCE prolongando el QE nueve meses más, y la Fed subiendo los tipos de interés por primera vez este año y diciendo más o menos que el año que viene se va a subir tres veces. En total, hemos tenido un año bueno en Wall Street, bastante plano en Europa, negativo en los periféricos, de nuevo el DAX ha sido el mejor índice europeo apoyándose en esta última fase por la caída del euro.

Por octavo año consecutivo Wall Street ha batido a Europa y en general me quedo con estos movimientos ciertamente incoherentes que hemos tenido reponiéndonos demasiado rápido sobre el Brexit, celebrando el triunfo de Donald Trump obviando todos los peligros que eso entraña. Y con el último referéndum de Italia tres cuartos de lo mismo. Vamos a empezar 2017 en unos niveles de valoración que son bastante elevados. Yo a estos precios no compraría. Creo que vamos a tener una corrección las próximas semanas o cuanto menos una continuidad de la lateralidad. Creo que 2017 va a seguir este esquema de 2016 donde vamos a ver grandes correcciones que den oportunidades de compra, más allá que comprar a uno de enero a estos precios y mantener la inversión todo el año.

Seguimos viendo muchos cambios en los mercados de renta fija. ¿Piensa que el Treasury americano podría superar el 3% de rentabilidad próximamente y, de ser así, le parecería interesante para tener en cartera?

No sé si va a superar el 3% de rentabilidad a corto plazo. Estamos todavía lejos de ese nivel, pero no lo recomendaría. Una estrategia de comprar el bono y mantenerlo a vencimiento con ese 3% en un entorno de inflación creciente no me parece la mejor estrategia. Y por supuesto jugar con el precio del bono que va a caer, peor. Entonces, creo que hay mejores oportunidades en la bolsa, desde luego que en la renta fija, aunque de nuevo con un enfoque de no comprar y mantener y esperar oportunidades concretas.
Centrándonos sectores hay uno que ahora recibe el foco de la atención que es el constructor por las nuevas políticas que puede aplicar Trump y por la mejora de perspectivas globales. ¿Le parecen valores interesantes para entrar de cara al próximo ejercicio constructoras españolas como ACS, Sacyr, OHL, FCC o Ferrovial en España?
Sí, absolutamente. Creo que una cartera de renta variable española debería tener una presencia importante del sector constructor. Desde mi punto de vista Sacyr, por ser más cíclica por tener más exposición a Repsol, y Ferrovial son dos de las apuestas más interesantes del sector. ACS también me gusta. FCC y OHL no sé si valores tan de capa caída conviene comprarlos o esperar un poco a que se den la vuelta y den un síntoma de recuperación.

Al petróleo lo vemos superando los 56 dólares y las compañías relacionadas con el crudo siguen teniendo un aspecto bastante sólido. ¿Cuánto recorrido le pueden quedar a este tipo de compañías?

Como he dicho en muchas ocasiones creo que el petróleo se va a comportar más o menos con un movimiento en rango entre los 50 y los 60 dólares aproximadamente. El petróleo, desde los mínimos que tocó ha subido cerca del 100% este año. Creo que el año que viene va a tener un comportamiento mucho más modesto, bastante lateral. No creo que nos dé muchas sorpresas. Estas compañías sufrieron mucho a principios de año. A medida que avanzó el año se han recuperado, pero creo que pueden seguir teniendo potencial de recuperación. Algo más moderado que el que hemos visto los últimos seis meses. También me parece que podemos tener una exposición mucho más moderada que al sector constructor en compañías petroleras. A mí me interesan más compañías relacionadas con las materias primas y las mineras.

También quería hablar del euro-dólar. Con esas esperadas subidas de tipos por parte de la Fed y las políticas aún acomodaticias del BCE, ¿la paridad puede llegar ya durante el primer semestre del ejercicio que entra?

Se está hablando mucho de paridad. Creo que todos los analistas coincidimos en que la paridad probablemente llegue. Ahora bien, hay que tener en cuenta que puede que llegue de una forma más lenta de lo que algunos vaticinan. El euro siempre tiene una fortaleza oculta. Creo que muy basada en que la eurozona es la región que más superávit comercial tiene y que de alguna manera impide que caiga. Por otro lado me parece que ya está muy descontado todo lo que va a suponer Donald Trump para el dólar con esta vuelta de la inflación y esta aceleración del crecimiento. Es decir, creo que vamos a llegar a la paridad, pero me parece que no va a llegar tan rápidamente como muchos esperan. Es posible que hasta la segunda mitad del próximo año no lleguemos a la paridad. En cualquier caso, llegados a la paridad, a mí me parece que sería una buena estrategia comprar euros pensando en el largo plazo. En niveles de paridad me parece que en cuestión de los próximos dos o tres años el euro tiene una capacidad de recuperación importante. En el momento en el que el BCE corte el QE, me parece que el euro va a empezar a ganar cierta atracción. La paridad no es un nivel de equilibrio para el euro. Si ambos bancos centrales realizasen políticas monetarias parecidas, creo que el nivel de equilibrio del euro-dólar estaría en torno al 1,20, 1,25 o 1,30. Es decir un 25% por encima de la paridad. Niveles de paridad me parecería una buena oportunidad de compra del euro en el medio y largo plazo.