Tras doce años en la presidencia de
Banco Popular, hoy Angel Ron será sustituido por Emilio Saracho, v
icepresidente mundial de JPMorgan en Londres. Parece que las presiones de algunos máximos accionistas, como la familia mexicana Del Valle, han conseguido derrocar a Ron. Pero este promete no ser el último cambio que experimente la entidad. Los expertos no descartan que acabe siendo opada o vendida por piezas.
 
De hecho, Popular sigue avanzando en su plan de reestructuración que ya ha pasado por una macroampliación de capital de 2.500 millones que logró cubrir con sobredemanda y ahora está en marca el despido de 2.592 empleados (mediante prejubilaciones y bajas voluntarias) que permitirá un ahorro de entre 175 y 200 millones.  Una vez lleve a cabo esta limpieza, parece que Popular quedará brillante y pulido para otra entidad de mayor tamaño. De hecho, tras las caídas recientes, que han hecho que pierda valor a marchas forzadas, la capitalización de Popular se ha reducido hasta los 3.471 millones (966 millones por encima de la ampliación de capital de este año), convirtiéndolo en un bocado aún más apetecible pero, ¿qué banco podría fagocitar a Popular? José Ramón Iturriaga, gestor de Abante Asesores, indica que “Popular es un banco que encaja muy bien por el perfil del cliente y perfil geográfico con Caixabank o Sabadell, pero es un banco muy atractivo porque es su parte sana del balance es el banco más rentable de España. Popular va a acabar consolidado y  a quien más le puede interesar por las sinergias en costes sería Caixabank”.
 
Otra opción es que Popular sea vendido por partes. En este sentido, su negocio de tarjetas podría valer 1.000 millones, el asegurador unos 800 y el inmobiliario (si finalmente no sale a bolsa) podría ser adquirido directamente por entre 500 y 700 millones de euros (con unos activos valorados en 6.000 millones).

%%%Le avisamos cuando POPULAR alcance niveles clave|POP%%%