OHL pretende atraer una rentabilidad positiva de nuevo y por ello ha decidido abandonar el negocio de oil&gas, debido a que los resultados  de este negocio “fueron uno de los gérmenes
de la rama de la actividad en OHL cuando en 2007 pagó 22 millones de euros por la ingeniería Ecolaire”, afirma el diario Expansión. Actualmente, la compañía ha registrado hasta septiembre una caída de las ventas del 26%, alcanzando los 187 millones de euros y un EBITDA negativo de 36 millones.


La compañía quiere un cambio y darle la vuelta a sus cuentas de resultados, de negativo a positivo. Han calculado que para este año su cifra de negocio aumentará, alcanzando los 300 millones de euros y su actividad comercial dará más frutos.

OHL tiene entre manos varios proyectos, entre ellos la construcción de una central integrada de cemento en Colombia. El pasado año firmó este acuerdo, comprometiéndose a construir esta central, con una capacidad de producción de 1,4 millones de toneladas de cemento al año. Cuentan con un presupuesto de 239 millones de dólares. Al mismo tiempo la compañía ha decidido subcontratar una ayuda, los servicios de FLSmidth para los aprovisionamientos y los equipos de la instalación. Y siguen los proyectos, recientemente la compañía recibió el encargo por parte de FRV Solar Holding de instalar 50 megavatios (MW) en Al Mafraq, Jordania, con un presupuesto de 50 millones de euros. Esta compañía es propiedad de la firma saudí Fotowatio Renewable Venture.

Gracias a estas contrataciones OHL ha duplicado su cartera de producción, que asciende a 500 millones de euros. Además, no acaban aquí, tienen como proyecto varias operaciones repartidas por el mundo por valor de 6.000 millones de euros. Sobre todo se centrarán en “aquellos proyectos llave en mano sin abandonar el segmento del almacenamiento y distribución de combustible cuya mayor referencia en España es la instalación de Vopac en el puerto de Algeciras con un presupuesto de 130 millones de euros”, según ha informado el diario Expansión.

No obstante, no solo abrirá nuevas operaciones, sino que concluirá cuanto antes aquellas que le han traído conflictos, como la construcción de la central hidroeléctrica de Guatemala para el grupo Teca, que ha tenido unos costes elevadísimos. La compañía pretende finalizarla este año, pero estos costes “han provocado que el cliente y contratista terminen en una arbitraje en EEUU donde están en juego unos 50 millones de euros”, afirma Expansión.

Esta reorientación de la compañía es una pieza clave más para que consiga limpiar su balance, reduzca su endeudamiento y se centre en proyectos más rentables.