Explican que hay razones para creer que los ritmos de crecimiento en el mercado de arte no se van a repetir. Por un lado, la geografía de las grandes subastas de arte se concentran fundamentalmente en unos pocos lugares del mundo, sobre todo en Estados Unidos, Francia y el Reino Unido.

Además, en los últimos ejercicios la compra de arte por parte de los ciudadanos chinos han supuesto alrededor de un tercio del crecimiento global. Sólo en 2014 gastaron 4.400 millones de dólares en obras de arte. De hecho, los compradores del gigante asiático, Reino Unido y Estados Unidos se gastan un 85% de la cantidad que se gasta al año.

En la entidad concluyen que esta aportación de China no se va a repetir en los próximos años, al menos en la misma cuantía.

Arte, oro y sp


Pero para los expertos de Citi Private Bank el arte es uno de los activos que deben estar en las carteras de los grandes patrimonios. Eso sí, no se trata de una inversión exenta de riesgos. “Mientras que las transacciones privadas en el mercado del arte pueden estar rodeadas de prácticas opacas y controvertidas, hay datos excelentes de pujas que datan desde 1815, lo que nos proporciona información muy valiosa sobre el comportamiento del arte como activo financiero. Estos datos muestran una rentabilidad similar a otros activos de riesgo, con periodos de estabilidad económica en los que se elevan las ventas y otros de volatilidad en la que se reducen”, explican en el informe.

En su opinión el arte también sirve como un elemento de diversificación de riesgo ya que la correlación con el comportamiento de la bolsa es muy bajo, menor que el de los bonos corporativos, por ejemplo. Aunque, claro, se trata de un diversificador de riesgo menos valioso que los bonos, por su baja liquidez.

Arte y otros activos


En Citi comparan al arte con el oro, como un activo de prestigio en el que atesorar valor. “Como el oro no produce ingresos, y responde a los cambios de los tipos de interés”, aunque el arte es al largo plazo uno de los activos que genera más rentabilidad a los inversores.

Eso sí, no deja de ser un activo de riesgo cuando las cosas van bien porque los datos muestran que después del crash del 29% el mercado del arte cayó un 63% en los tres años siguientes al estallido de la crisis, casi lo mismo que la bolsa, que se dejó un 62%.

Tras la crisis de la burbuja financiera de 2008, los precios del mercado del arte cayeron un 21,5%, frente al 28,5% de la renta variable.

Por eso los analistas de Citi dicen como conclusión que “por la falta de regularidad en el trading y el menor nivel de liquidez de esta clase de activo, no hacemos recomendaciones tácticas en relación al arte con otro tipo de activos”.

Con todo, explican que “para aquellos clientes que tienen o quieren coleccionar arte, hemos analizados algunos holdings”. Estiman que la rentabilidad real podría rondar el 3% real cada año en periodos de largo plazo, por encima de muchos activos en el mercado actual.

En resumen, señalan en la firma que se trata de un activo ilíquido cuya venta ha estado rodeada en ocasiones de opacidad. Con todo, explican que no se ha de olvidar en una cartera de inversión de valor a largo plazo.

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